P. A usted siempre se le cita como candidato en España a comprar empresas.

R. En algunos casos, probablemente sea de buena fe, y en otros, quizá para crear más competencia en las ofertas. Cuando estamos entrando en algo, se hace público, te registras formalmente.

P. ¿Están interesados en invertir en España?

R. Sí, claro, nos interesa el sector de las telecomunicaciones. En su día, ya demostramos que teníamos interés en la telefonía móvil cuando se sacaron a concurso 10 megas. Pero era al estilo beauty contest, concurso de belleza. Nosotros planteábamos a la autoridad que la concesión se ofreciera en función de quién ofreciera mejores precios a los clientes, pero se primó al que invirtiera más en áreas rurales. Para una nueva empresa, su capacidad de inversión en áreas rurales es mínima. Veíamos muy interesante la posibilidad de ofrecer precios mucho menores, pero no fue posible.

P. Antes de ese concurso hubo otros a los que no acudieron y otras oportunidades de compra.

R. ¿Dice cuando salieron la segunda y tercera licencias? En esa época, no estábamos aún en nuestra expansión internacional fuera de México, que no es de hace muchos años. En realidad, salimos fuera, sobre todo cuando Telefónica llegó a México.

P. Acota su posible entrada en España al negocio de las telecomunicaciones, cuando su grupo es muy diversificado. ¿No podría entrar en otros sectores?

R. Es en lo que tenemos más fortaleza y experiencia.

P. Volviendo a la metáfora de los ejércitos, su ejército rival en Latinoamérica es Telefónica. ¿Qué concepto tiene de ella?

R. Es una empresa extraordinaria, que ha crecido de forma sustancial. La competencia nos ha hecho mejores a los dos. Ella sola o nosotros solos no hubiésemos mejorado tanto. Competimos en muchos países, y lo que está aprendiendo en Latinoamérica lo está aplicando en Europa.

P. Causó revuelo cuando desveló que el presidente Aznar propuso al presidente Zedillo la fusión de Telefónica con Telmex.

R. Y así fue. Aznar llamó a Zedillo y Zedillo dijo que Telmex era una empresa privada, que él no tenía nada que ver. Zedillo me llamó para ver con quién había que hablar. Hubo reuniones para ver qué es lo que se estaba planteando. Alierta fue a ver al director de Telmex, Jaime Chico. Pero nuestra idea era que Telmex debía seguir siendo mexicana.

P. Telefónica se queja de que en México hay poca competencia, poca liberalización del sector.

R. Competimos con Telefónica en 15 países o más. Nosotros hemos entrado en muchos países con participaciones muy pequeñas, como Uruguay, Paraguay, Chile o Jamaica. Cuando entramos en Perú, tenían el 70% del mercado. Pero cuando tienes la licencia y construyes tu red, compites con el que esté al lado. En México, donde hemos llegado al 68% de cuota en móviles, en realidad empezamos con el cero por ciento. El monopolio lo tuvo otra empresa, nuestro competidor. La no competencia es cuando no te dejan entrar.

P. Pero también cuando se ponen trabas. Ustedes han negado mucho tiempo a Telefónica la interconexión en telefonía fija.

R. Ahí hubo una discusión, porque la ley dice que la empresa tiene que ser de mayoría mexicana. Telefónica dice públicamente que su filial es cien por cien española, que no es de mayoría mexicana. Y, aunque nosotros creemos que esa ley hay que cambiarla, nuestra postura es que eso no iba con la ley. Pero si las autoridades nos dan instrucciones de que lo hagamos, lo hacemos. Y así ha sido. Ya hay interconexión, pero lo que hay que hacer es cambiar la ley, porque se está infringiendo la ley.

P. Telefónica tiene una estructura jurídica para cumplir la ley.

R. Cualquier estructura que ponga es falsa, porque no es verdad que Telefónica tenga un socio mexicano con la mayoría, que tenga el control y la decisión. Pero estamos de acuerdo en que se permita que sea cien por cien extranjera como en telefonía móvil. En México debe permitirse la inversión extranjera en todo el sector de las telecomunicaciones, como también en otros países.

P. ¿Teme que ahora le roben cuota de mercado?

R. Ya tenemos 600 competidores en México para Telmex. Creemos que debe haber competencia y convergencia. Es un negocio cada vez más grande y con precios cada vez menores, y la competencia nos hace mejores.

P. Ustedes han logrado adelantarse a Telefónica anunciando el lanzamiento del iPhone en Latinoamérica, pero no en exclusiva.

R. Ellos han cambiado su estrategia y ya no lo firman en exclusiva. El modelo original de negocio que sacaron no funcionó del todo bien y lo han ido corrigiendo. El iPhone es un gran producto, muy atractivo, que tiene su segmento de mercado, sobre todo porque éste será ya un teléfono de tercera generación, un producto más avanzado que el anterior.

P. La OCDE dice que México es uno de los países con precios de telecomunicaciones más altos.

R. Pues no es así. Los precios en México son más baratos que en España, y no creo que España sea el país más caro del mundo, aunque es bastante caro. En móvil, México está entre los más baratos de la OCDE. Y hay estadísticas de más calidad y más actualizadas que lo demuestran.

P. En telefonía fija, Telmex tiene un gran dominio del mercado.

R. Cuando Telmex se privatizó, tuvo una actividad monopólica de seis años para la larga distancia, pero el servicio local está abierto desde 1990. Hoy hay servicios de telefonía, banda ancha y televisión de pago. El principal competidor de la telefonía fija es la móvil. Telmex, hoy, en telefonía tiene como el 82% u 84% del mercado, pero si tomas los móviles, tiene menos del 20%, Telmex por sí sola. En televisión de pago, Telmex no tiene nada, y en banda ancha, los cableros empezaron y tuvieron capacidad de darla antes que nosotros, pero venimos creciendo y estamos cerca del 60%. Además, ellos ya están dando a la vez los tres servicios (voz, banda ancha y televisión) desde hace año y medio o dos, y a nosotros aún no nos han autorizado a dar triple play. Si entra Telefónica en estos mercados, qué bueno, porque éste es un negocio de muy alta inversión y Telefónica va a poder hacerlas.

P. Le da usted una gran bienvenida a Telefónica en su feudo...

R. Y en el feudo de ustedes también nos gustaría estar...

P. ¿Y qué vías ve usted para poder entrar en España?

R. Que ampliaran el espectro. Estados Unidos está abriendo las frecuencias más bajas. Si aquí nos dejaran, entraríamos mañana. Para bajar los precios y que haya más competencia, en Europa podrían abrir el espectro.

P. ¿Y se han planteado entrar como un operador móvil virtual?

R. No, no mucho. Porque dependes de a qué precio te vayan a vender y te vende tu competidor.

P. Ha estado usted reunido con el Instituto de la Empresa Familiar. ¿Cómo son sus relaciones con los empresarios españoles?

R. Tengo buenos amigos aquí. Me llama la atención su capacidad. Son muchos, muy buenos, y se están expandiendo por todos lados. Impulsar a la empresa española en el exterior ha sido una política de Estado inteligente que arranca con Felipe González. No sólo les vuelve más competitivos, sino que desarrolla mucho los recursos humanos. También estoy sorprendido de la importancia de la empresa familiar en España. Yo creo mucho en ella. No está pensando en el trimestre, en las opciones o el salario, sino que tiene una visión de largo plazo mucho más sólida. Comete menos errores porque tiene más cuidado. Y, aunque a veces critican la falta de administradores profesionales, la empresa familiar pone a la familia que se ha educado desde que nace en el negocio, pero si no funciona, llama a uno de fuera.

P. ¿Le asesora Felipe González respecto a España?

R. Los amigos no asesoran.

P. ¿Le aconseja?

R. No hablamos de negocios; de lo que más hablamos es de la nueva sociedad, de los paradigmas de la nueva civilización. Felipe es un tipo universal. Más que un político, es un estadista. Pero no es un hombre de negocios; yo creo que no es lo suyo. Tampoco le interesa y tenemos cosas más interesantes que platicar. Una de las cosas que nos interesan son los retos que presenta sobre cómo solventar los problemas de los países. De eso sí hablo con Felipe.

P. ¿Cuáles son a su juicio las prioridades?

R. Todos los esfuerzos que se han hecho en combatir la pobreza por la vía de la caridad, de perdonar deudas, en apoyo ocasional de alimentos o de salud han supuesto gastar miles y miles de millones de euros. Se han hecho congresos, hay miles de especialistas, reuniones de expertos... Y no se ha resuelto el problema. La forma de acabar con la pobreza es con empleo. Y la base para tenerlo es una buena nutrición, la educación de calidad y actividad económica para promoverlo. ¿Cómo? Con inversión en infraestructura, en vivienda, servicios turísticos, de salud y educación, crédito a la micro y pequeña empresa, que es donde se genera el empleo. Además, las épocas de la fuerza física como factor determinante pasaron. Ahora se necesita conocimiento. Por eso, la mujer está en las mismas condiciones que el hombre.

P. ¿Qué le ha llevado a dejar los consejos y centrarse en esta labor más filantrópica?

R. La fundación lleva más de 20 años. Las empresas ya están bien dirigidas, con un gran equipo humano. Y, aunque la fundación lleva muchos años, hemos ido encontrando soluciones y queremos trabajar de modo exhaustivo en toda América Latina. Por ejemplo, en la educación temprana. Un niño con educación temprana puede potenciar mejor sus capacidades. Mi hija y yo llevamos muchos años trabajando en ello, y queremos elaborar manuales para que los padres tengan herramientas para estimular el aprendizaje de los niños.

P. ¿Es optimista respecto a la capacidad de desarrollo de México y de América Latina?

R. Sí. Aunque haya muchos baches, los países más grandes están cerca de romper la barrera del subdesarrollo. Hablo, en orden alfabético, de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y México. Eso es más del 80% de la población.

P. En México está pendiente la reforma energética. ¿Apoya que se abra el mercado petrolero?

R. Sería un error que Pemex y el país hicieran partícipes de la riqueza petrolera a otras empresas. Es una riqueza que está ahí, que hay que explotar, y para México debe ser una palanca de desarrollo. Es una tristeza que en años pasados no haya sido siempre así. Afortunadamente, el presidente Calderón contempla un fondo nacional de infraestructuras y grandes inversiones con esos recursos. No es problema de compartir la riqueza, sino de inversión activa en exploración y producción.

P. Brasil ha dado entrada a inversores extranjeros y está teniendo éxito en sus descubrimientos.

R. En México está muy claro dónde está el petróleo en aguas profundas. Se sabe porque suda el chapapote, está la mancha arriba del mar. Si ya sabes dónde está, hay que hacerlo uno mismo. El petróleo debe ser público. Luego, en la parte de ingeniería, tecnología, construcción, debe contratarse a los mejores. Carso ya hace plataformas petroleras.

P. Su opinión general sobre Calderón parece positiva.

R. Lo es, lo está haciendo bien, y cuanto más rápido haga la inversión en infraestructura, mejor lo va a hacer, y está tomando medidas contracíclicas que puedan atenuar la situación de desaceleración en el mundo.

P. En México subsisten grandes diferencias en la distribución de la riqueza.

R. La distribución de la riqueza es distinta de la distribución del ingreso. La riqueza debe manejarse con eficacia para crear más riqueza, y el fruto de la riqueza, que es el ingreso, la renta, debe tener una mejor distribución. La distribución del ingreso en México es mala. De hecho, uno de los factores que define cuándo rompes la barrera del desarrollo es el fortalecimiento de las clases medias. El ingreso tiene dos formas de distribuirse: a través del empleo, que es la más importante, el empleo bien remunerado, y a través de la inversión pública eficiente, en salud, educación y en infraestructuras. Lo que se debe repartir es el fruto, no el árbol.

P. Su grupo no deja de crecer. ¿Qué querría que fuera su conglomerado dentro de cinco años?

R. El año pasado, dos de cada tres latinoamericanos tenían teléfono móvil, y este año espero que tres de cada cuatro. Lo que quisiéramos ahora, aparte de continuar con esa presencia, es que hubiera una alta penetración de banda ancha en países de Latinoamérica, para pasar de la alfabetización a la digitalización, para que puedan incorporarse a la sociedad del conocimiento. Si no es a través del ordenador y la línea fija, a través del teléfono móvil de tercera generación. Lo que queremos es que todo el mundo tenga conectividad, computadoras, banda ancha y una información que permita la igualdad de oportunidades.

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